Madrid 6 de Diciembre de 2011
00:35
Rambo ha
reanudado sus ladridos mientras escribía lo ocurrido con María. Uno de los
infectados le ha oído y está ahora mismo golpeando la puerta del portal. Puedo
verle desde mi ventana, es era un hombre calvo de mediana edad. Si sigue
así, puede que atraiga a más de ellos. ¡Joder con el perro! Por eso le dije
tantas veces "no" a María, cuando sugería que adoptáramos uno.
No puedo
quedarme de brazos cruzados. Primero el muerto y después el perro. Tengo una
idea, espero que funcione... y que mi puntería esté afinada.
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