Saturday 7 July 2012

POST XXX - ¿Nadas? (continuado)


Las gruesas gotas colisionaban con fuerza contra los obstáculos esparcidos alrededor de la piscina y los tres edificios; una sinfonía macabra que no me permitía oír otro sonido, más allá de los gritos del inglés. Recuerdo el cuerpo helado y pesado de Claudia en mis brazos. La pequeña tiritaba de frío, al igual que yo.

Paradójicamente, llegué a disfrutar aquel aguacero; nos bañó por dentro y por fuera. No recordaba cuándo había sido la última vez que me había duchado, la mugre se había hecho parte de quién era. Sin embargo, aquel día, de pie bajo la lluvia; toda esa impureza fue arrastrada de nuestros cuerpos, por el suelo hacia el desagüe.

Creo que Rambo no juzgó como apoteósica la situación, ya que no paraba de sacudirse haciéndome llegar ese olor a perro mojado tan peculiar.

Caminamos rápidamente los cincuenta metros que separaban la puerta de entrada de la piscina y, una vez estuvimos frente a ella, John miró a Claudia dejando escapar una mueca de desaprobación. Pasados unos segundos, su cara mutó a una expresión de felicidad y me pidió que bajara a la niña al suelo y que le cogiese una mano, él haría lo mismo con la otra.

El cabrón no esperó ni un segundo, una vez hubo cogido la mano de Claudia comenzó a trotar hacia la piscina y yo, por inercia pura, lo seguí.

El ruido de nuestra zambullida apenas y fue audible, la lluvia caía con ferocidad en al agua a nuestro alrededor, limitándonos el oído y la vista. John empezó a “nadar” con su mano libre y a patalear mientras yo hacía otro tanto. Iba a alzar la cabeza y mirar hacia atrás para silbarle a Rambo, cuando me percate de un movimiento a mi derecha; allí estaba mi amigo, nadando al mejor estilo “perrito” y dejándonos atrás de a poco.

En aquel instante, con agua hasta las narices, se me vino a la mente un comentario de la película “Titanic”, cuando el protagonista afirmaba que si caías a las aguas del Atlántico se sentiría como si miles de cuchillos te atravesaran la piel. Pues, señor DiCaprio, así fue como me sentí.

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