Sunday 17 June 2012

POST XXVII - John


Sentía las vibraciones de sus pisadas y sus gemidos enmudecían cualquier otro sonido… hasta que Claudia soltó un grito propio de aquellas películas de terror en blanco y negro. Su chillido me despertó de mi sueño suicida, e hizo que me pusiera en pie con fuerzas que no tenía. Iba a reanudar la carrera interminable, cuando oí el motor de un coche a la distancia.

-Ya lo sé -le susurré a la niña-, todo va a estar bien.

Los muertos estaban a unos quince pasos, cuando empecé a correr en dirección al sonido del coche. Otra vez tuve que silbarle a Rambo para que no se quedara atrás. Cuando sentía que las piernas no podían sostener más el peso de mi cuerpo y el de Claudia, lo vi; un Citroën Xsara rojo a tan sólo una calle de distancia. Como si alguien me hubiese inyectado alguna sustancia ilegal, aumenté la velocidad. El conductor, que al parecer nos vio al mismo momento, aceleró también.

 Los infectados iban quedando cada vez más atrás… menos Gonzalo que corría al igual que yo, mientras dejaba escapar aquel sonido gutural para guiar a los demás.

Era -literalmente- una carrera de vida o muerte. Topamos con el coche en la siguiente esquina, los pasos de Gonzalo eran cada vez más audibles. La puerta del acompañante se abrió súbitamente.

-Entrar -gritó una voz con marcado acento inglés.

Lancé a Claudia adentro del coche y cogiendo a Rambo de su collar, hice lo mismo. Cuando cerré la puerta, Gonzalo ya estaba prácticamente sobre el vehículo. Abrí la puerta de atrás y salté dentro. El conductor arrancó al mismo tiempo que Gonzalo adivinaba nuestra intención y se paraba en el medio de la calle. Aún puedo ver su cara pálida y su boca cubierta de sangre seca, antes de que el coche lo arroyara e hiciera volar por los aires.

Mientras me acomodaba en el asiento y cerraba la puerta que había dejado abierta, nuestro salvador se presentó.

-¡Ha estado cerca! -dijo riéndose entre dientes- . Soy John.

No comments:

Post a Comment